Violencia de genero jujuy

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La violencia en la pareja (VP) es "un maltrato que se produce en la intimidad de una relación, cuando uno de los miembros independientemente de su sexo, trata de imponer su poder por la fuerza"(Hirigoyen, 2006, pp.15). Se refiere a cualquier comportamiento que cause o pueda causar daño físico, mental o sexual. Es decir, la VP incluiría agresiones físicas como puñetazos y patadas; sexo forzado y otras formas de coerción sexual; abuso psicológico, incluyendo intimidación y humillación; y comportamientos de control como aislar a una persona de su familia y amigos o restringir el acceso a información y asistencia (Organización Panamericana de la Salud-OPS, 2013). Las más afectadas por la violencia de pareja son las mujeres (González Galban y Juan Fernandez, 2010).

Janice Ristock (2005) sostiene que la violencia de género en las personas trans tiene características similares a la que sufren las personas heterosexuales. Analiza la violencia no sólo desde la perspectiva de género, sino que amplía el enfoque a los diferentes sistemas de opresión. Esta autora sostiene que la violencia en todas las relaciones tiene un impacto significativo en la salud y el bienestar de las personas. Sin embargo, la mayoría de los servicios de apoyo han sido creados para abordar el problema de la violencia en las relaciones heterosexuales, destacando la incapacidad de los servicios para responder a las características de la violencia en el colectivo LGTBI, lo que a su vez provoca vulnerabilidad e indefensión en esta población. Por otro lado, Rodríguez, Carrera, Lameiras y Rodríguez (2015) señalan que en las parejas en las que un miembro pertenece al colectivo de transexuales, transgénero o intersexuales, las conductas violentas son un ejercicio de poder del miembro "normativo" con el fin de dominar, controlar, coaccionar y/o aislar a la víctima, al igual que en las parejas heteronormativas.

EmiFer

BUENOS AIRES/TEGUCIGALPA/NUEVA YORK - Como muchos adolescentes de la provincia argentina de Jujuy, Camila no solía tener acceso a una educación sexual integral en la escuela. Vio cómo sus compañeras se enfrentaban a riesgos como el embarazo adolescente y las infecciones de transmisión sexual, así como a la violencia de género.

Pero ahora, dice, conocen sus derechos y no se dejan presionar para mantener relaciones sexuales a menos que sea su elección.  "Estamos aprendiendo que no tenemos que seguir los estereotipos que dicta la sociedad. Que cada uno de nosotros es libre de hacer lo que quiera, sea hombre o mujer", dijo Camila.

Camila es una de las casi 300 adolescentes que participaron de un taller sobre educación sexual integral y violencia de género organizado por la Iniciativa Spotlight, el Ministerio de Educación y el Programa de Educación Sexual Integral de la Provincia de Jujuy, e implementado por UNFPA. El objetivo es profundizar el conocimiento de los jóvenes sobre su cuerpo, su salud y sus derechos, y empoderarlos para que se enfrenten a la violencia contra las mujeres y las niñas.

Santhana Gopala - Una oración por los que no tienen hijos

BUENOS AIRES/TEGUCIGALPA/NUEVA YORK - Como muchas adolescentes de la provincia argentina de Jujuy, Camila no solía tener acceso a una educación sexual integral en la escuela. Vio cómo sus compañeros se enfrentaban a riesgos como el embarazo adolescente y las infecciones de transmisión sexual, así como a la violencia de género.

"Queremos que los chicos y chicas reflexionen sobre el género y sus perspectivas, y que analicen las muchas desigualdades que se producen", explica Claudia Gastiarena, coordinadora del programa en Jujuy. "Estos espacios seguros les permiten trabajar juntas para discutir las cosas que les pasan relacionadas con la violencia de género, y pueden ser un catalizador para el cambio".

El curso se está desarrollando con aportaciones cruciales de estudiantes como Cindy Carranza. "Para nosotras", dijo, "es muy importante poder compartir nuestras experiencias, lo que hemos vivido, que normalmente nos guardamos para nosotras".

Una vez que se integre oficialmente en el plan de estudios de la Universidad Autónoma de Honduras, el curso creará una mayor conciencia sobre los estereotipos de género, la violencia y la necesidad de igualdad, no sólo entre los estudiantes, sino también entre los profesores y el personal administrativo, según Xiomara Bu, consultora de la Iniciativa Spotlight.

Violencia de genero jujuy
del momento

El 3 de junio de 2015, Argentina fue testigo de una de las mayores manifestaciones de su historia. Millones de mujeres de todo el país salieron a las calles bajo el lema "Ni Una Menos" para protestar contra una serie de homicidios de mujeres a manos de hombres en el marco de la violencia de género.

Según la Casa de Encuentro [1] entre 2008 y 2014 se produjeron un total de 1088 femicidios, con 277 muertes solo en 2014. En los primeros meses de 2015 las estadísticas fueron muy superiores a las del año anterior y los casos comenzaron a salir a la luz pública. Tras el hallazgo del cuerpo sin vida de una joven embarazada enterrado en el patio de la casa de su novio en Rufino en la provincia de Santa Fe, movimientos de mujeres y organizaciones feministas decidieron organizar una manifestación que dio origen a uno de los movimientos más grandes del país.

Luego de la histórica movilización en 2016 la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), organismo encargado de los registros oficiales, a través de la Oficina de la Mujer (OM), publicó un informe estadístico de los femicidios que se habían registrado en el país, enumerando 235 muertes en 2015. El informe recibió críticas por no tener en cuenta aquellos asesinatos en los que el hombre se había quitado la vida. El informe del CDE, en cambio, registró 286 feminicidios.